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¿Realmente vamos a consentirlo?

por César Vilar, miembro del Consell Polític Nacional de Esquerra Unida y Coordinador Local de Esquerra Unida de Sant Joan d´Alacant.

El Gobierno socialdemócrata de Jose Luis Rodríguez Zapatero ha pasado de prometer el pleno empleo en la campaña electoral de 2008 a anunciar la prolongación de la edad de jubilación a los 67 años, ampliar el periodo de cálculo de las pensiones, recortar en 50.000 millones de euros el gasto público y negociar una nueva reforma laboral que dispone el abaratamiento del despido y la bajada general de los salarios.

Esta nueva involución en los derechos de los trabajadores españoles viene precedida de la jerga y el teatro habituales. El Gobierno en pleno y los dirigentes de la derecha empresarial nos hablan de “diálogo” y “paz social» mientras preparan una auténtica declaración de guerra al conjunto de la sociedad española. Estamos hablando de bajadas en unos salarios que llevan 10 años congelados, una nueva privatización de los servicios públicos y la reforma de las pensiones, medidas que han sido sugeridas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, verdaderos muñidores de la teoría económica neoliberal que ha causado el colapso financiero general tras años de especulación y descontrol de los mercados internacionales. Estas medidas también han sido recomendadas por las instituciones de la Unión Europea, organización internacional que se ha rendido incondicionalmente a las políticas más agresivas del neoliberalismo tras la aprobación del Tratado de Lisboa. El PSOE aparece de nuevo como valedor y salvador de banqueros y patronal, tras años de vergonzantes y descomunales ganancias obtenidas gracias a la precariedad y la explotación galopantes que permite una legislación cocinada en el fogón de las últimas reformas laborales.

Estos planes constituyen una vergüenza para los mayores, un revés para los parados y una tomadura de pelo para los jóvenes que se incorporan al mercado laboral tras años de duros estudios.

Si hay 4,5 millones de parados, el 40% de los jóvenes está en paro y resulta una quimera encontrar empleo cumplidos los 50 años ¿Qué sentido tiene prolongar la edad de jubilación? La medida anunciada por el Gobierno del PSOE sólo se explica porque está pensada para favorecer el gran negocio de las pensiones privadas a costa de empobrecer (una vez más) a la gran mayoría. El Gobierno y la patronal alegan que ya hay cerca de 9 millones de pensionistas  y de seguir así no habrá dinero para pagar las pensiones, algo únicamente creíble bajo la lógica capitalista de hacer de todo un provechoso negocio para unos pocos. Mientras que para la Casa Real, los banqueros (reflotados gracias a la “generosa” inyección de 150.000 millones de euros de dinero público) la ultramontana Iglesia Católica y las aventuras guerreras de Zapatero en Afganistán sí hay dinero, muchos nos preguntamos porque nos regatean recursos para servicios públicos tan esenciales. Huelga recordar que la jubilación es un derecho y que esta agresión al Sistema Público de Pensiones constituye otro ataque ideológico más por parte de la patronal y los gestores políticos del bipartidismo que señala una nueva rebaja de las cotizaciones sociales. Mientras que las Cortes Generales vienen de aprobar unas vergonzosas pensiones de lujo para los parlamentarios, los trabajadores se preparan para una nueva regresión de derechos con la prolongación de la edad de jubilación.

Otro instrumento más de liquidación de derechos sociales es la reforma laboral que negocian PSOE, CEOE junto a UGT y CCOO. Los dirigentes empresariales consideran que el documento del Gobierno “va en la buena dirección”. Los dirigentes del PSOE justifican las propuestas en nombre de “la creación de empleo”, declarando repetidamente que “no habrá pérdida de derechos” y “que no se disminuirán las indemnizaciones por despido”. Mentiras y más mentiras. Todas las reformas laborales anteriores (preparadas por Gobiernos tanto del PP como del PSOE) han profundizado en la bajada de los salarios y la precariedad laboral reflejada en una cifra escalofriante: 15.000 trabajadores han muerto en estos últimos 10 años por la siniestralidad en el trabajo. Del mismo modo pretenden incentivar la contratación ¡con más facilidades para despedir a los trabajadores! La CEOE exige además mayor flexibilidad en la organización de la jornada laboral y una rebaja considerable en los salarios. En un país donde pocos llegan a mileuristas, los planes de un Gobierno pretendidamente de izquierdas pasan por generalizar los salarios de 450 euros. Más precariedad y más ganancia para los insaciables especuladores empresariales. Esta propuesta del Gobierno no combate el paro ni reparte el trabajo. Se reducen a la mitad los salarios y se reparte la miseria. Para más Inri, los socialdemócratas quieren entregar a las mutuas patronales el control de las bajas por enfermedad.

Los ciudadanos deben saber que estamos lejos de una reforma “suave”. El descontento social que producen estos atentados a derechos laborales y sociales históricos debe visualizarse con la mayor fuerza posible en las movilizaciones que se convocan estos próximos días. En 2002, el Gobierno del ultraconservador Aznar se encontró con una huelga general por medidas muy parecidas a las que nos ofrece ahora el social-liberal Zapatero. Hay que unir fuerzas para hacer frente al plan del Gobierno y la patronal preparando las condiciones de una huelga general. ¿Vamos a permitir que se salgan una vez más con la suya?